Como jugar de forma normal no me suponía mucha satisfacción, me decidí a completar el Pokémon X como Nuzlocke. Esto estuvo rondando por los foros de Pokéxperto durante un tiempo, pero he decidido tenerlo aquí, en el blog, a mi vera. Por lo que pueda pasar.
Reglas:
1. Dame mi Pokémon y cállate, gordo
En realidad yo quería quedarme con el Ryhorn de mi madre, pero el bicho vago no quería dejar de dormir. Hice caso a las dos zagalas que me invitaban a ir al pueblo de al lado, Serena y Xana, abandoné temporalmente el Pueblo Boceto, y tras recorrer el ridículo fragmento de Ruta 1 concebido por un programador con una pereza superior a la de un Snorlax manso me planté en Pueblo Acuarela. Allí me esperaban las dos tías de antes, un enano con un casco naranja (es posible que fuera su pelo) al que llaman Trovato y un tío grande que dice que es bailarín, llamado Benigno. Tengo la teoría de que Benigno y Trovato se odian. Llamadme loco.
Después de mucho marear la perdiz, el gordo decidió darnos nuestros Pokémon. Yo elegí primero. Para eso soy el protagonista. Ya lo tenía decidido desde hacía meses: Froakie se vendría conmigo. Franklin será su nombre. Salió con naturaleza Huraña: revisando sus estadísticas no parece mala, aunque el tiempo lo dirá.
La cría, Xana, me desafió a un combate con su Fennekin. Las burbujas que le estallaron en la cara le hicieron ver con quien no hay que jugar.
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